miércoles, 21 de septiembre de 2016

Perderse a uno mismo

Estos dos últimos meses han sido duros.
No sabría explicar exactamente que es lo que se me pasaba por la cabeza, o como me sentía.
No tenía ganas de nada, me sentía vacía por dentro.
Cada mañana, al despertarme, de lo único que tenia ganas era de que volviese a ser de noche para poder volver a dormir. Porque durmiendo era el único momento donde podía parar de pensar y evadirme de la realidad.
No podía parar de dar vueltas y más vueltas a las cosas. Me invadía el pesimismo, y era incapaz de controlar mis pensamientos. Sentía que poco a poco me iba perdiendo, que esa persona triste no era yo.
La ansiedad no me dejaba ni un solo minuto, la sentía conmigo las 24 horas del día. No podía respirar, me asfixiaba. 
Sé que aun me queda un largo camino, pero estoy segura que lo peor ha pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario