Te lo dije, te dije que era lo que más me dolería si me hiciese. Vas y lo haces. ¿Crees que por gustarme, voy a soportar que me trates como una gilipollas?
Creía que todos esos sentimientos y conversaciones contigo había caído en el olvido. Pero hoy al leerlas me he dado cuenta que aun te sigo queriendo como una idiota. Irónico es que me dijeses que nunca jamás me odiarías, y ahora ni siquiera me puedes dirigir la palabra, o las veces que te despedías diciéndome "te quiero pequeña". Que lo que me estas haciendo no tiene perdón, pero es que me ciega el amor.
Que lo que me estas haciendo no tiene perdón, pero es que me ciega el amor.
ResponderEliminarA mi me pasa igual, pero hay que encontrar a las personas que de verdad merezcan la pena y no conformarnos con "quien nos guste" como bien dices.
Un saludo, y pásate si quieres:)
Gracias por leerme. Pues si, y no es fácil encontrar a un tio que merezca la pena. Pero prefiero que él me haya demostrado que no merece ni un minuto de mi tiempo, antes de hacerme más daño. Ahora mismo
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