He vivido entre gente que no apostaba por mi, que me veían incapaz de lograr lo que me proponía que a la mínima me sacaba todos los defectos posibles. Me sentía incomprendida, sola.
Pero un día, sin más me dije que las cosas tenían que cambiar, no podía estar más con gente así. Si no iba a acabar mal. Y las cosas cambiaron. Me costo muchas lágrimas y esfuerzo, pero lo conseguí. Y ahora no es que las criticas no me afecten, pero simplemente soy feliz. No tengo todo lo que deseo, pero intento ser feliz con todo lo que tengo. Y prefiero mil veces más vivir en mi mundo de color de rosas, en el que si me esfuerzo tendré posibilidades, y en el que no vivo amargada todo el día y rodeada de gente falsa. Porque me gusta alegrar a la gente sus día aunque yo por dentro este muy jodida
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